Se terminó la conferencia de Australia, esa que los eruditos en política llaman el G20. Se trataba una vez mas de arreglar todos los problemas que azotan el mundo en la actualidad: El Medio Ambiente, los conflictos de Ucrania, Israel/Palestina, el Ebola y sus más de 5000 muertos, la amenaza Islamista, el paro creciente, infracestrucras en general, politicas económicas y empleo, paraisos fiscales y una larga cola de temas pendientes de resolver.
Los altos mandatarios, probablemente las primeras figuras política del país enfitrión le dan la palabra, en primera instancia a nuestro Jefe del Estado Español, el Sr. Rajoy, por ser el ejemplo a seguir, cosa que hay que agradecer en sumo grado partiendo de la base que somos el invitado de piedra con un sillón prestado por otros.
El Sr. Rajoy, consciente de su fuerza a nivel de una política exclusivamente económica, financiera y sobre todo donde el capital marca las reglas del juego sale de ese G20 sacando pecho porque cuatro payasos han dicho. «…España es el ejemplo a seguir…» Eso le pasó al dueño del burro al que le enseñaron a no comer, y cuando aprendió la lección, el burro se murió.
No, Sr. Rajoy, Vd. y su Gobierno están equivocado: no puede atender las exigencias ajenas olvidando olimpicamente las acuciantes necesidades de su pueblo, olvidando su patria, olvidando los parados, la marcha atras de todas las instituciones, la sanidad, la educación, la investigación, la gente que duerme en la antesala de los bancos y los que ayer compraban en supermercados, hay comen rebuscando en las basuras.
El mejor gobernante no es el que promete y no cumple «…Lo primero el empleo…» (sic), y el del Sí Bwana a los países capitalistas y procura dar su mejor imagen acerca de los otros en detrimento de la hambruna y necesidad de los suyos. El mejor gobernante es el que relanza crecimiento y un bienestar a todos los niveles a sus conciudadanos. No Sr. Rajoy su partido está en perdida de velocidad y las improvisaciones ya están alcanzando las del PSOE de su última legislatura. Su equipo no ya de vetusta casta, pero sí de caspa antigua y sabido es, por todos los españoles, que la época dorada del PP está dando los últimos coletazos y, a las pruebas me remito.
En lo úmico que le felicito es en su defensa por la unidad del Reino de España pero también estoy de acuerdo con las palabras del General que dijo que eso es lo que pasa cuando un Gobierno se duerme en los laureles.
No represente Vd. y su gobierno a los corredores de los San Fermines, corriendo detras de los toros. Es un pobre espectáculo que marca un reloj atrasado, que es de hecho la imagen que da su pobre y desgastada política, por lo menos a nivel de España y de su pueblo. La opinión de los demas paises nos interesan muy poco y terminaré con una frase muy nuestra: «…Zapetero a tus zapatos…», en cuanto a los de los demás, que hagan lo que quieran ya que para eso son los suyos, o los lleven al zapatero remendón que, pienso tambien, muchos lo necesitan.